Casi ninguna otra industria sufre más los efectos de la corrosión en la construcción de plantas que la industria química. Los materiales habituales, como el acero o el aluminio, ofrecen poca resistencia a la influencia de sustancias agresivas a largo plazo. El PRFV (plástico reforzado con fibra de vidrio), reúne todas las propiedades que los materiales convencionales no pueden ofrecer. Es anticorrosivo, también químicamente resistente a la mayoría de los productos químicos, eléctricamente no conductor, antimagnético y en gran medida está exento de mantenimiento. Estas son solo las propiedades más importantes del PRFV.
El PRFV también es fácil de procesar y de instalar. En vista de su larga vida útil en combinación con todas las propiedades del material mencionadas anteriormente, este material es muy recomendable como inversión duradera.